Puercoespín o puerco espín:[1]
Es el nombre común que se aplica de forma
genérica a varias especies de mamíferos roedores del
suborden de los
histricomorfos. El
término proviene de las características púas que cubren su piel y no tiene
ningún significado taxonómico, ya que
incluye géneros pertenecientes a dos familias distintas,
Erethizontidae e
Hystricidae, que no
están especialmente relacionadas. A pesar de su nombre común, no tienen ningún
parentesco con los cerdos (orden Artiodactyla).
No deben ser
confundidos con los erizos, también dotados de espinas, pero que
pertenecen al orden erinaceomorpha.
Las dos familias a
las que pertenecen los puercoespines se corresponden con los dos tipos
geográficos:
Puercoespines del Viejo Mundo:
Los puercoespines
del Viejo Mundo (familia Hystricidae) son
especies propias del sur de Europa, África, India, Archipiélago Malayo
hasta Borneo. Se conocen
cuatro géneros (Atherurus, Hystrix, Thecurus
y Trichys).
La especie más
conocida es Hystrix cristata
que mide unos 60 cm de largo y 25 de altura y puede llegar a pesar unos 15 kg.
Vive en las regiones cálidas de Asia y África y penetra
hasta Sicilia y el sur de
Italia, siendo el
único puercoespín europeo.
Puercoespines del Nuevo Mundo:
Los puercoespines
del Nuevo Mundo (familia Erethizontidae) son
los puercoespines propios de América. Se conocen
cinco géneros (Coendou, Sphiggurus, Erethizon, Echinoprocta y Chaetomys).
El puercoespín
norteamericano (Erethizon
dorsatum) habita los bosques de Alaska, Canadá y el
noroeste de los Estados Unidos. El
puercoespín mexicano arborícola (Sphiggurus
mexicanus) es propio de América Central. El
puercoespín arborícola (Coendou
prehensilis) habita en los bosques desde México hasta
Uruguay. El
puercoespín de cola corta (Echinoprocta rufescens), que habita en Colombia y
Ecuador, es el más
raro de todos.
Púas:
Las características
púas que identifican a los puercoespines toman varias formas, según las
especies, pero en todas son pelos modificados
cubiertos de gruesas placas de queratina, y están
introducidas en la musculatura de la piel. Los puercoespines del Viejo Mundo
(Hystricidae) tienen
púas introducidas en racimos, mientras que en los del Nuevo Mundo (Erethizontidae) las
púas individuales se intercalan con cerdas y pelo.
Las púas se pueden
soltar por contacto con ellas, o salir despedidas cuando el puercoespín sacude
su cuerpo, pero no pueden «dispararlas» contra posibles atacantes, al contrario
de la creencia popular.
Cuando el puerco
espín se siente amenazado por algún depredador, reacciona enroscándose sobre el
vientre y dejando enrizadas las espinas. Además de esta postura amenazante,
mueve el cuerpo con unos temblores que hacen entrechocar las púas, de modo que
producen un sonido metálico muy característico que sirve de advertencia a los
posibles atacantes. En ocasiones, las espinas se rompen y al proyectarse se
clavan en el intruso, produciendo dolorosas heridas que se infectan con mucha
facilidad.
Habitat:
El puerco espín se
caracteriza por ser un animal de costumbres nocturnas, de modo que pasa el día
en el interior de una galería que excarva y por las noches sale en busca de
alimentos. Sin embargo, no es un animal que aguante las bajas temperaturas, por
eso en invierno permanece también en su cueva incluso con la llegada de la
noche.
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